Niña de 13 años, emprendedora y con proyecto propio
Iara León Campos tiene 13 años y según nos cuenta su mamá, un CI de 141. Es mallorquina nativa y argentina por opción.
A los 4 años, comenzó a interesarse por la química y el estudio de la tabla periódica de elementos. Meses más tarde, a través de un juego cognitivo y de observar las combinaciones de las nomenclaturas de los elementos, tuvo la iniciativa de utilizar las letras BN para denominar al término Bornio, un nombre que resonaba en su mente.
![](https://sp-ao.shortpixel.ai/client/to_webp,q_glossy,ret_img,w_1920,h_2560/https://imagenesynoticias.com/wp-content/uploads/2020/06/unnamed-2-1-scaled.jpg)
Con la ayuda de su madre, se inició en la investigación de desarrollar un método que le llevara a descubrir qué podía ser el Bornio, para qué podía utilizarse, qué composición tendría, qué problema solucionaría y si podía comercializarlo. Con ello aprendió las etapas del método científico.
![](https://sp-ao.shortpixel.ai/client/to_webp,q_glossy,ret_img,w_1024,h_768/https://imagenesynoticias.com/wp-content/uploads/2020/06/unnamed-5-1-1024x768.jpg)
Ya con 10 años, residiendo en la ciudad de Mar del Plata, retomó su inquietud y pidió conocer cómo era el corazón de una empresa química real. Allí fue, profundizó y después de analizar y descartar varios usos y materiales, comenzó un proceso creativo, mental y de reflexión, hasta que por esas vueltas de la vida, Iara aprendió a hacer compost, su resultante fue denominado felizmente: Bornio.
![](https://sp-ao.shortpixel.ai/client/to_webp,q_glossy,ret_img,w_750,h_741/https://imagenesynoticias.com/wp-content/uploads/2020/06/unnamed-3.jpg)
Su incansable objetivo por descubrir esa revelación a temprana edad, hace que hoy Iara tenga su primer emprendimiento, que sea apoyada por algunas empresas locales para afianzar conocimientos y difusión del mismo.
Trabajan junto a ella para definir su marca, comercialización y la campaña de crowdfounding, sus estrategias de estudio científico y para la puesta en valor de un proyecto que alguna vez fue una idea: lograr comercializar bolsas de biofertilizante orgánico, el cual renueva en 6 meses un espacio de 3m2 apto para la nutrición orgánica de plantas, huertos caseros y césped.
Feliz por dejar de sacar casi el total de la basura generada por sus hábitos de consumo y el de su familia, por lograr concienciar e impactar sobre la sociedad al tener este criterio al ser tan joven, por dejar un mundo mejor.
En tiempos de pandemia, Iara representa un ejemplo de convicción, perseverancia y superación de innumerables obstáculos, tanto en España como en Argentina. Una corta pero intensa vida; varios reconocimientos recibidos en distintas disciplinas, golf, escritura, cálculo mental, méritos escolares y ahora, un proyecto que busca expandir para estudiar Química.
Te puede interesar